CHIKA DI: UNA VOZ COLOMBIANA QUE FUSIONA RITMOS, RAÍCES Y RESISTENCIA DESDE CALIFORNIA

Desde las calles de Medellín, en Colombia, hasta los escenarios del Área de la Bahía de San Francisco, en California (Estados Unidos), Chika Di ha tejido su propia narrativa con una voz que arde, conecta y transforma. Su historia no parte del privilegio ni de la fórmula comercial: parte de la pérdida, del duelo, de la migración y, sobre todo, de una necesidad visceral de hacer música.

Después de perder a su padre a los 12 años —y atravesar un proceso de sanación que la llevó a descubrir el poder transformador del arte—, comenzó a cantar en colectivos juveniles como Canchimalos, recorriendo Colombia con música tradicional. Ya en su adolescencia formaba parte de bandas de rock en Medellín, hasta que a los 19 años emigró sola a California. Desde entonces, la música ha sido su brújula.

Pasó más de una década girando con La Misa Negra, agrupación con la que compartió escenarios con Red Hot Chili Peppers, Bomba Estéreo, Julieta Venegas, Ana Tijoux y Flor de Toloache, además de colaborar en composiciones que terminaron en series como Gentefied (Netflix) y Vida (Starz). En 2020, en plena pandemia, decidió abrir una nueva etapa como solista y comenzó a construir un proyecto propio, sin ataduras ni fórmulas, que mezcla cumbia, electrónica, afrobeat, pop y reggaetón, siempre con una identidad vocal poderosa y emocional al centro.

Desde entonces, su música ha sonado en Euphoria, Generation+ y en películas como Beautiful Wedding. En 2024, su tema “Oh La La” se convirtió en pieza central de una campaña nacional de McDonald’s por el Mes de la Herencia Hispana en EE.UU., reafirmando su conexión con una generación bicultural que busca autenticidad.

Ese mismo año lanzó su álbum debut —un retrato sonoro de su universo personal y creativo— y en 2025 dio otro giro: comenzó a transformar la poesía de sus canciones en cuentos infantiles, llevando su mensaje de empoderamiento y ternura a nuevas generaciones. Lo hace junto a su compañero de vida, productor musical y padre de sus dos hijas menores, en una dinámica familiar donde la maternidad y la creación se potencian.

Chika Di representa una de las voces más singulares de la diáspora latina contemporánea. Su proyecto no responde a algoritmos ni a modas: responde a una pulsión profunda de conectar, sanar y celebrar desde lo colectivo.

Descubrirla no es solo encontrarse con una artista nueva. Es encontrar un universo completo que canta, cría, resiste y brilla.

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